No sólo compramos juguetes en la época de Navidad. Siempre hay cumpleaños, celebraciones, fiestas sorpresa, etc. Estamos comprando juguetes durante todo el año. Es muy importante comprar un juguete, porque queremos que el niño o la niña disfrute y además queremos quedar bien. No siempre se llevan bien estos dos conceptos. Me explico: hay veces en los que el juguete nos gusta a nosotros y nos olvidamos de la idoneidad del juguete para el pequeño.
A la hora de comprar cometemos errores, con toda nuestra buena intención. Aquí os voy a decir alguno de estos errores que he ido escuchando de padres y amigos y, sobre todo, observando la reacción de los niños ante los juguetes.
1 Primer error: no observar el etiquetado y las advertencias del juguete.
Los juguetes, por lo general, tienen colores muy vistosos y llamativos. Nos gusta la caja, la presentación, apretar un botoncito para oír lo que dice o qué sonido hace y decimos “ostras, que chulo; este le va a encantar” , y ya no miramos nada más. El error está en que en la caja se indica la edad mínima recomendada por el fabricante, si lleva piezas pequeñas, si lleva pilas, etc. Si no hacemos caso o ignoramos esta información es muy fácil que nos equivoquemos al elegir.
2 Segundo error: no leer las instrucciones
Por sencillo que sea el juguete, la mayoría lleva instrucciones de uso, y es muy importante leerlas antes de empezar a usarlo. Si lo hacemos podríamos estar utilizando el juguete de forma inadecuada, es decir, hacer alguna función para la que el juguete no está pensada; o bien, no usar todas las funciones que tiene, porque no las conocemos; y, en el peor de los casos, podemos llegar a estropearlo sin que el niño lo pueda disfrutar.
3 Tercer error: ignorar la edad mínima recomendada
Muchas veces pensamos “nuestro niño es muy espabilado” y un juguete recomendado para niños mayores de 3 años lo compramos para un niño de 2 años. Para el niño es muy frustrante no usar el juguete porque no sabe hacerlo funcionar y acaba por dejarlo de lado. Nosotros nos gastamos el dinero y la ilusión que se ha puesto en comprarlo y todo eso no sirve para nada. Y no sólo eso, la normativa obliga a poner una edad mínima por la seguridad de los niños, que , al final, es lo que más nos importa.
4 Cuarto error: optar sólo por juguetes educativos
Está muy bien que el niño aprenda mientras juega, lo que no podemos pretender, y esto ya se ha visto en algunos casos, es que el niño se convierta en un Einstein a los 6 años y únicamente se les compre juguetes de este tipo. El niño tiene que disfrutar, sino el juguete no cumple su función.
5 Quinto error: hacer caso ciego a la publicidad
Los anuncios de televisión están pensados para seducir al pequeño y ¡hasta a los adultos!. Presentan los juguetes como aquella maravilla de la que no puedes prescindir para ser feliz. Hay que sentarse con el niño y preguntarle ¿tú, si tuvieras ese juguete, a qué jugarías, o cómo jugarías con él? De esta manera filtraremos un poco los” fuegos artificiales” que genera la publicidad, bajando a la tierra y teniendo una percepción más real de lo que es aquel juguete.
6 Sexto error: comprar juguetes que lo hacen todo
Hay juegos que lo hacen todo. Cuando los niños los ven en la tele o en la tienda se sienten abrumados de la cantidad de cosas chulas que hacen. Pero existe el problema de que si el juguete lo hace todo, ¿qué hace el niño? ¿mirar? Eso no es divertido. Ese juguete está condenado a ser olvidado al segundo uso. El juguete ha de ser el medio para pasarlo bien, no el fin.
7 Séptimo error: comprar juguetes en función del sexo
¿Por qué limitar las posibilidades que ofrecen los juguetes?. A los niños les puede gustar jugar con cocinitas y sets de limpieza y a las niñas les puede gustar jugar con coches o pelotas de futbol o baloncesto ¿qué razones tenemos para no comprarles estos juegos si nos los piden? Los niños son curiosos y les gusta descubrir cosas, no deberíamos limitarles.
8 Octavo error: comprarles todo lo que piden
Los niños, normalmente, lo piden todo, porque les gusta el anuncio, o lo han visto en la tienda o en casa de un amigo. Debemos hacer una buena selección, eligiendo el juguete en función del carácter del niño, de sus gustos, sus inquietudes. No todo lo que pide lo hará servir. Al niño le gusta y lo pide; ahí debemos estar nosotros para filtrar qué es aquello que más le conviene.
9 Noveno error: comprar juguetes en lugares no especializados
Hoy en día hay muchos comercios que venden juguetes sin estar especializados en el sector. Esto quiere decir que, si una tienda tiene licencia para vender como bazar y no tiene licencia para vender juguetes, los juguetes que encuentras en estas tiendas no han pasado los controles de seguridad que debe pasar todo juguete (el plástico, la pintura, piezas pequeñas, etc.).
10 Décimo error: comprar más juguetes de los que el niño puede asumir
Es verdad que el día de Reyes es muy bonito levantarse y ver el salón lleno de juguetes. A estos se añaden los de la abuela, los tíos, los padrinos, los amigos. El niño es incapaz de disfrutar de todos y cada uno de ellos por una razón obvia: no tiene tiempo para jugar con todo. Debemos ser prudentes a la hora de comprar y elegir aquello que sea más adecuado para el pequeño.
11 Décimo primer error: regalar juguetes únicamente por navidad y cumpleaños
A todos los niños y niñas les gusta jugar no sólo por Navidad y cumpleaños sino durante todo el año. Es bueno que vayan renovando su baúl de juguetes, así tendrá más oportunidades de descubrir juegos nuevos.
12 Décimo segundo error: los adultos no juegan con juguetes.
Cuando tenemos que hacer un regalo a un adulto o adulta, no nos viene a la cabeza ir a una juguetería a buscar. ¡Error! ¡Hay infinidad de juegos para adultos y adultas!, y no sólo juegos de mesa si no puzles, coches de autocontrol, porterías de futbol, canastas de baloncesto, ….y podría estar así un buen rato. La próxima vez que tengas que hacer un regalo a tu amigo, a tu prima, a tu pareja, tenlo en cuenta, te sorprenderá.
13 Décimo tercer error: comprar juguetes enormes sin tener en cuenta el espacio
Muchas veces nos dejamos llevar por el impulso de deslumbrar al niño o niña y le compramos el juguete más grande que vemos en la tienda (un peluche, una cocinita, una moto). Eso es un error ya que lo usará el día que lo estrene pero, como será muy costoso montar y desmontar el juguete, una vez esté guardado, raramente lo sacará para jugar. Hay que tener en cuenta el espacio del que se dispone para guardar el juguete, tiene que ser fácil cogerlo.
14 Décimo cuarto error: No hacer caso del consejo profesional o ignorarlo
Si vas a una juguetería el personal te atenderá y te aconsejará el juguete que sea más adecuado para el niño o la niña. Si lo compras por internet, las tiendas especializadas suelen tener un correo electrónico para resolver cualquier duda que tengas o pedir consejo para comprar. Siempre tenemos la tendencia de pensar que nuestro niño o niña es más espabilado/a que los demás (amor de padre, madre o tio/a) y le compramos un juguete para el que no tiene edad o, por sus características no van a gustar al niño o niña. A la hora de comprar ten en cuenta siempre el consejo profesional porque saben lo que les va a gustar a los niños y niñas.
Con todo esto espero haberos ayudado a tener conciencia de erros que cometemos con la mejor de las intenciones y que, en absoluto benefician al pequeño. Pero, ¡animo!, no hay nada más mágico que un juguete.