Final de trimestre, entrega de notas, momento muy temido por algunos niños y algunos padres. Enfrentar resultados que uno no se espera. “¿Cómo puedo ayudar a mi hijo si saca malas notas?”, debería ser la pregunta a responder.

Porque hay que entender que no se trata de “nuestro” problema, debemos hacer a un lado nuestra propia decepción y frustración y enfocarnos en lo que nuestro hijo necesita, y lo que necesita en esos momentos es comprensión y empatía.

Las malas calificaciones no son el fin del mundo. Claro que no les podemos decir eso a ellos, hay que lograr que entiendan el valor del esfuerzo, pero sin ejercer una presión desmedida, que sólo traerá más frustración a su vida.

Hacerles entender que los resultados responden a ciertos parámetros objetivos que hay que cumplir para llegar a otro lado, son etapas en las que siempre se debe hacer el mejor esfuerzo posible.

Niño leyendo un libro en el sofá en blanco y negro

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?

Hay varias respuestas a esa pregunta, y todas apuntan a establecer una relación de confianza con los hijos. Hay que mantener la calma y buscar soluciones de la manera más expedita posible.

Pero las soluciones muchas veces aparecen cuando nos damos cuenta del problema, es decir, cuando ubicamos las razones por las que los chicos sacan malas calificaciones.

Las razones pueden ser varias, y deberemos poner atención a lo que le sucede. Por ejemplo:

  • Malos hábitos de estudio: la gran mayoría de las veces basta con cambiar las estrategias de estudio; hay que enseñarle a estudiar.
  • Dificultad en el aprendizaje: si hay muestras de que el esfuerzo no es acorde con los resultados, hay que fijarse si el niño presenta alguna incapacidad que no le permite comprender; si le cuesta comprender, hay que buscar ayuda.
  • Falta de motivación: es una de las causas más comunes de las malas notas. Si no está motivado, si no le interesa aprender, hay que buscar la manera de motivarlo.
  • Falta de esfuerzo: hay que enseñarle que cuando se esfuerza logra buenos resultados.
  • Estado anímico: si está triste, preocupado, ansioso, no tendrá la concentración para estudiar.

Niño y niña estdiando y escribiendo en una libreta

Pautas a seguir

Sin dramas

Como ya dijimos, que tu hijo saque malas notas no es la tragedia más grande. Identifica las razones y dale ánimos, no lo deprimas con tu decepción.

Sin gritos

No consigues nada si alzas la voz, lo más será que se asuste, se sienta humillado y no te contará nada más de su vida.

Comunicación efectiva y afectiva

Escuchar con el corazón es observarlos y tratar de ir más allá de lo que dicen, comprenderlos sin juzgarlos. Eso les dará confianza para contarnos lo que sienten.

Buscar las causas

Preguntarles directamente por qué creen que sacaron malas puntuaciones. La respuesta dirá si hay que buscar ayuda a un especialista.

Elaborar con ellos un plan de estudios

Hacer con ellos un verdadero cronograma de estudios, que incluya determinadas actividades de reforzamiento de lo aprendido, como resúmenes y “decir las cosas con sus propias palabras”.

Parte importante de esto es cómo estudiar con un niño, mostrar paciencia y decirles que en cualquier circunstancia el amor será siempre el mismo. Ayudarlo a aprender de sus errores es crucial no sólo para mejorar las calificaciones sino como enseñanza vital para el resto de sus vidas.

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